Hace unos días no pude resistir la tentación de hacerme con el libro que ha editado la editorial TASCHEN: TRESPASS Historia del arte urbano no oficial. El libro (con un precio razonable para lo que ofrece), muestra una panorámica bastante completa del arte urbano o streetart. Es difícil definir este concepto pero podríamos decir que se trata de todo aquel arte que se lleva a cabo en los espacios de las ciudades de una forma independiente, no oficial, sin el control o visto bueno de las instituciones artísticas o de las autoridades. El exponente clásico es el graffiti pero actualmente va mucho más allá de éste e implica todo tipo de intervenciones en el espacio público, desde aquellas que buscan una relectura creativa del mismo hasta planteamientos más críticos y cercanos al activismo político. Para indagar más en estas cuestiones recomiendo la web Urbanario, un buen trabajo documental y crítico del arte urbano.
Uno de los aciertos del libro es que organiza las obras por conceptos (reclamaciones medioambientales, pensamiento mágico, uso del espacio, etc.) y que dentro de ellos, realiza una cierta contextualización histórica, refiriéndose a los artistas pioneros, remontándose casi siempre en esa búsqueda de los orígenes, al prolífico arte de los setenta, una fuente de ideas y experiencias que parece inagotable y al que siempre estamos obligados a volver para no perder las referencias.
Un artista cuyo trabajo siempre me llamó la atención y que he vuelto a reencontrar en este libro es Charles Simonds (1945). Este escultor neoyorkino realizaba en los años setenta pequeñas construcciones de arcilla en resquicios y huecos de paredes, escaleras y pequeños espacios abandonados del entonces degradado Lower East Side de Manhattan. Su trabajo se puede encuadrar conjuntamente con el de los artistas que denunciaron la transformación social y urbanística y la destrucción especulativa del Nueva York de los setenta (Gordon Matta Clark, Camilo Vergara, Martha Rosler, etc.) Sus construcciones, realizadas in situ remiten a ruinas arqueológicas, a un tiempo pasado, que en su personal mitología, eran habitadas por una mítica raza imaginaria que el denominaba "little people".
Su trabajo creo que es muy sugerente y que maneja metáforas bastante potentes. Simonds todavía desarrolla sus esculturas para museos y galerías y también en ciudades de todo el mundo, y en el año 2003, llevo a cabo una intervención en el barrio del Cabañal en Valencia, en relación con la presión urbanística que sufría y sufre este emblemático barrio.
Intervención en el barrio del Cabañal en 2003
En este vídeo del año 1972 el propio Simonds explica el sentido de sus creaciones y habla con los vecinos que se acercan curiosos a preguntarle por su trabajo.
Existe una versión actual, de la "gente pequeña" que habita la gran ciudad en el trabajo de Slinkachu: "Little people: a tiny street art project". Es divertido e imaginativo, eso sí, sin la carga simbólica a la vez que crítica del trabajo de Simonds.
Split milk
Wet'n' Wild, de 2010
Aquí podéis ver el trabajo de montaje in situ de la imagen de arriba:
Gracias, Alfredo por este nuevo espacio de descubrimiento.
ResponderEliminarNos pasearemos por él de vez en cuando.