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domingo, 29 de septiembre de 2013

Tim Rollins and K.O.S. tres décadas de creación colaborativa

Imagen de la serie "After Franz Kafka" en la exposición de la Talbot Rice Art Gallery, Edimburgo, agosto de 2012 (fotografía de Alfredo Palacios)

Cuando aún era estudiante de Bellas Artes visité en Madrid la exposición El arte y su Doble, donde se mostraban las obras de algunos/as artistas americanos/as que en aquellos años marcaban la pauta de la modernidad creativa en la gran manzana y por influencia, también en Europa.

De entre las imágenes de aquella exposición hubo una que se mostró especialmente persistente en mi memoria, se trataba de un gran cuadro de Tim Rollins and KOS, creo recordar que era uno de la serie América, basada en la obra de Franz Kafka. Me llamó la atención el resultado visual, pero sobre todo me intrigó lo poco que pude averiguar sobre la forma de trabajar de estos artistas: un grupo de jóvenes del Bronx coordinados por un adulto, la creación colectiva en aquellos años era todavía una rareza entre tanta individualidad deseosa de destacar.

Desde entonces me he encontrado aisladamente con obras de este colectivo en varias partes del mundo, pero no ha sido hasta el año pasado en Edimburgo cuando he tenido la oportunidad de ver una gran retrosprectiva ("The Black Spot" en la Talbot Rice Gallery) del trabajo de Tim Rollins y su grupo.

Tim Rollins nació en 1955 en Pittsfield, una ciudad de provincias de EEUU. Inquieto, crítico y aventajado estudiante de arte en la Universidad de Maine, Augusta, consiguió una beca para estudiar en la School of Visual Arts de Nueva York. Allí destacó y sobre todo quedó bastante marcado por la relación con uno de sus profesores: Joseph Kosuth, uno de los padres del arte conceptual con el que estuvo colaborando durante años. Formó parte del colectivo Group Material desde 1979, que indagó sobre las relaciones entre arte y política y que cuestionaba nociones como la de objeto artístico o espacio expositivo, Pero el momento crucial de su carrera llegó cuando en 1981, tras acabar sus estidios,  comienza su tarea docente en una escuela del Bronx Sur, la Intermediate school 52. El Bronx a principios de los ochenta era un barrio desolado, que había visto destruido su espacio físico y su vida social a causa de las decisiones urbanísticas que en los sesenta transformaron esa parte de Nuev York. Como resultado: ruinas, basura, degradación urbana, delincuencia y ninguna esperanza para sus habitantes. El fantástico libro de Marshall Berman o el de Iria Candela, describen muy bien este proceso y en el segundo caso, el trabajo de artistas como Camilo Vergara para documentarlo.


Imagen del proyecto de John Feckner sobre South Bronx, tomadas de su archivo on line
Rollins llegó a lo que él denominó "el infierno en la tierra" y se propuso utilizar el arte con su grupo de estudiantes como medio de transformación social y de superación personal. Trasladó al Bronx su filosofía del arte como supervivencia, como herramienta de transformación de las situaciones adversas que él mismo había experimentado desde su infancia. De ahí el nombre del grupo:  Tim Rollins and K.O.S. (Kids of Survival). Rollins poseía una fuerte vocación docente, influenciada sobre todo por John Dewey, y sobre la que su amiga Julie Ault había afirmado:  "Tim nació profesor, y para él el arte implica de forma inherente enseñar y aprender"**. Rollins, admirador de la figura y las ideas de Martin Luther King,  pensaba que las personas no están determinadas por su entorno y que el arte y la educación pueden ser herramientas para la mejora social y personal.

El Bronx en aquellos años era la cuna del hip-hop y del graffiti, y la sala de arte de la citada escuela, como él mismo describe: "a hip-hop Sistine Chapel", cubierta de graffiti en cada centímetro cuadrado, inlcuido el techo. Ante aquello Tim Rollins vió la posibilidad de reconducir toda esa energía creativa hacia propuestas creativamente más constructivas y educativas. Descubriendo que pocos de sus estudiantes sabían leer pensó que no tenía sentido desarrollar su creatividad artística "si no podían deletrar la palabra artístico" por lo que puso en marcha un taller de lectura basado en la literatura clásica y a partir de ahí trabajaron la respuesta a esos textos a través de obras de arte. Su filosofía educativa y artística, influenciada como hemos visto por Dewey, M. Luther King y también por personas como Freire, Ivan Illich, Thoreau, Montessori o Munari, integra una serie de principios entre los que sobresalen el fuerte compromiso con la comunidad, la creatividad entendida como colaboración, o el arte como forma de desobediencia civil a la vez que como medio para reconstruir la idea de democracia. Rollins luchó desde el principio por conectar Arte y Vida.

Desde ese momento en adelante fue tomando cuerpo la frase con la que, según sus propias palabras, se presentó Tim Rollins en esos primeros días de profesor ante los chavales del Bronx: "Today we are going to make art and we are also going to make history", ya que, al cabo de unos pocos años, el grupo se hallaba ya inmerso en el circuito del arte más vanguardístico de Nueva York, lo que les llevó a la portada de la revista Artforum en el año 1989.

El proceso seguido para elaborar la mayoría de sus más conocidas obras, todas ellas pinturas o instalaciones basadas en libros, normalmente con una importante relevancia cultural, ha sido descrito de la siguiente manera: "Uno de los estudiantes lee en voz alta el texto seleccionado mientras el resto de los estudiantes realizaban bocetos en respuesta a esta lectura (...). Otras tareas de lectura y escritura solían centrarse en desarrollar un análisis colectivo del significado histórico y la relevancia social del libro. Tras una fase de recopilación de bocetos y de desarrollo de diversos motivos visuales, el grupo identificaba de forma conjunta aquellos dibujos más interesantes. A menudo esta selección iniciaba un nuevo ciclo de respuestas creativas". Finalmente cuando las imágenes que representarían al texto se habían consensuado de forma definitiva, se pegaban las hojas del libro al lienzo, se proyectaban esos dibujos sobre la superficie de las hojas y se procedía al trabajo definitivo. En todos estos años el grupo ha trabajado sobre libros de Kafka, M.Shelley, Hawthorne, Lewis Carrol, Shakespeare, Aristófanes, entre muchos otros.

Imagen de la serie "The black Spot", en la exposición de la Talbot Rice Art Gallery, Edimburgo, agosto de 2012 (fotografía de Alfredo Palacios)
Imagen de la  la exposición de la Talbot Rice Art Gallery, Edimburgo, agosto de 2012 (fotografía de Alfredo Palacios)

 Dentro de un trabajo creativo comprendido principalmente como colaborativo, la figura de Rollins ha permanecido durante todos estos años jugando un rol de liderazgo y dirección. Esta relación entre la  figura de Rollins y el resto del grupo ha sido uno de los aspectos que han generado debate en torno al colectivo en sus años de historia, así como han surgido controversias y críticas sobre el uso de los emblemas literarios de la cultura occidental como referencia, lo que para algunos críticos supone una postura de "sumisión" al ámbito cultural dominante (aspectos rebatidos por Tim Rollins en sus textos y entrevistas). Al igual que han sido producto de polémicas la integración del grupo, con vocación de activismo artístico, en el circuito consolidado del mercado artístico norteamericano. Aspectos todos ellos dignos de reflexión pero que no quitan a mi juicio nada de interés al trabajo de este grupo, toda una referencia educativa y artística desde los ochenta a nuestros días. Tim Rollins and K.O.S. siguen actitvos y sus miembros se han ido renovando con los años, aunque su espíritu permanece.

La historia de Tim Rollins and K.O.S. está contada en un documental: The Art of Survival. The Story of  Tim Rollins & K.O.S., que se puede encontrar en You Tube:



Hay una serie de vídeos en vimeo muy interesantes que se grabaron con motivo de la visita de Tim Rollins a Edimburgo para la retrospectiva de 2012.


Overview: Tim Rollins and K.O.S. ArtWorks Scotland and Talbot Rice Gallery Seminar from Creative Scotland on Vimeo.


Añado a continuación algunos enlaces para ampliar la información sobre Tin Rollins and K.O.S.

artículo aparecido en El  País en el añño 1987

artículo de Juan Luis Martín Prada en la revista Arte, Individuo y Sociedad del año 1996

interesante web sobre el contexto social y artístico desde finales de los sesenta a finales de los ochenta en NY

** Todas las citas de este post, así como gran parte de la información, están sacadas del libro:
Berry, I. (ed.) (2009). Tim Rollins and K.O.S. A History. Cambridge-London: MIT.
Principalmente de los capítulos de Julie Ault y de James Romaine. La traducción de algunos párrafos es mía.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Mi encuentro con David Harding: conversaciones sobre arte, espacio público y cambio social

Con David Harding en su escultura: Heritage (1976). Fotos: Alfredo Palacios


Tenía pendiente un post sobre mi encuentro este verano en Glasgow con el artista David Harding. Después de varios intentos e intercambios de correos, finalmente en agosto pude reunirme con él. Tras años en los que he estado investigando sobre las relaciones entre el arte y las ciudades, ha sido una inmensa suerte poder hablar en persona con David Harding y más aún tenerlo como guía de excepción en una visita a Glenrothes, la ciudad en la que desarrolló su trabajo como artista en los años 70. Quiero plasmar aquí, aunque sea de forma resumida algunas de las ideas sobre las que conversamos y que definen su trayectoria como artista y como persona.

David Harding nació en año 1937, estudió arte en Edimburgo y tras graduarse y ejercer un par de años como profesor decidió marcharse a Nigeria en el año 1963. Allí estuvo 4 años dando clase a los que serían futuros maestros. La experiencia en África fue crucial en él para el desarrollo de una visión del arte con un fuerte compromiso social y en la idea del respeto por las manifestaciones culturales locales, en Nigeria se encontró con un departamento de arte en el que se copiaban a modo de cliché, obras de la tradición moderna occidental a lo cual él respondió con la idea del arte como expresión personal y con la recuperación de la cultura autóctona. A la vuelta a Escocia buscó trabajo como escultor en Glenrothes, una de las "new towns" que habían surgido en el Reino Unido tras la segunda Guerra Mundial.

Las "nuevas ciudades" son una experiencia urbanística singular. Fueron ciudades diseñadas de la nada, siguiendo el modelo de la ciudad jardín, para dar cabida a las necesidades del sector industrial  de acoger a grandes masas de trabajadores que se despazaban para trabajar en zonas mineras o de nueva creación de industrias. En este caso, Glenrothes fue la segunda "new town" en Escocia y se diseñó para los trabajadores de una gran mina de carbón que se inauguró oficialmente en el año 1958. Sin embargo en el año 1962 la mina cerró y fueron industrias eléctricas las que ocuparon su lugar.

Uno de los problemas de estas nuevas ciudades era su falta de referencias simbólicas, de elementos arquitectónicos o artísticos significativos que pudieran proporcionar a sus habitantes una conexión con el lugar, que pudieran suplir su falta de historia. Para solventar en parte esta situación las autoridades decidieron que en los equipos de arquitectos y urbanistas hubiese un artista que se encargaría de trabajar en coordinación con estos aportando su visión estética de la ciudad y dotando a las mismas de un patrimonio de arte público que pudiera facilitar esos mecanismos de identificación y que hiciese más amable en entorno. Uno de los artistas más conocidos que trabajó en las "new towns" fue el pintor Victor Pasmore, uno de los pintores abstractos más importantes de Inglaterra y que desarrolló su trabajo en la new town de Peterlee.

Apollo Pavilion, diseñado por Victor Pasmore en Peterlee en 1970. Foto: http://www.victorpasmore.com/html/peterlee.htm
A diferencia del trabajo de Pasmore, más influenciado por la claves estéticas e ideales del modernismo, Harding dió a su obra en Glenrothes un enfoque más centrado en las personas y por ello se convirtió en una referencia posterior en el arte público y comunitario. David Harding se planteó sus obras a partir de las necesidades de los habitantes de Glenrothes. En este sentido Harding ha definido siempre su trabajo como una "práctica contextual"y sus ideas conectaron con las de artistas como el Artists Placement Group, los grupos activistas de los 70 y los trabajos "site-specific". Según sus propias palabras, en aquellos años: " individualismo, autoexpresión y arte por el arte, comienzan a ser reemplazados por colaboraición, relevancias social y proceso."

Su posición para poder desarrollar ese trabajo fue privilegiada, ya que entró a formar parte del departamento de urbanismo de la ciudad y no solo eso, si no que a los dos años de estar allí, se dispuso como normativa que el artista debía ser consultado en todo momento del proceso de planificación. Esto le permitió trabajar mano a mano, no solo con los arquitectos sino con los ingenieros y paisajistas. Una relación que el define como fluida, sobre todo con los ingenieros, a pesar de las dificultades que implicaba.

Resulta difícil de creer desde un tiempo como el nuestro, de voracidad especulativa y teniendo en el beneficio económico casi el único criterio para los nuevos desarrollos urbanos, que en esos años se hubiese desarrollado esa sensibilidad por la integración del arte en la ciudad para la mejora de la calidad de vida de las personas. No solo eso, Glenrothes se convirtió en una especie de ciudad de las artes, en la había estudiantes de arte en prácticas trabajando con Harding y estudios y viviendas que el ayuntamiento ponía a disposición de escritores, músicos y otros artistas interesados en vivir en la ciudad.
Creando murales cerámicos con los niños de Glenrothes, año 1970. Foto, tomada de: http://www.davidharding.net/?page_id=37

Destaca su trabajo como muralista en las calles de Glenrothes, para el que contaba normalmente con la participación de diversos grupos de población, desde niños y adolescentes hasta adultos. Harding siempre ha defendido el muralismo como una forma artística ideal para el trabajo colaborativo y su trayectoria en Glenrothes y posterior recoge un gran número de experiencias asociadas al trabajo con adolescentes en riesgo de exclusión.*

Su interés por el muralismo le llevó a viajar a finales de los setenta a EEUU y a contactar con los representantes de ese movimiento en ciudades como Los Ángeles, San Francisco o Chicago. De esos años también deriva su gran interés por la cultura latina y su expresión en el muralismo y su significado político y social, interés que ha seguido manteniendo hasta la actualidad y que le ha llevado a mantener durante años colaboraciones con grupos activistas como The Border Art Workshop, en Tijuana.


Diversas imágenes de la obra: Industria, pasado y presente, del año 1971. Fotos: Alfredo Palacios

Otras ideas sobre las que trabajó fueron las esculturas para el juego, con las que los niños podían interactuar libremente y estaban concebidas como pequeños "playgrounds" o la consulta a las personas de Glenrothes ante pequeñas intervenciones arquitectónicas o urbanísticas. Me contó por ejemplo que ante la idea del ayuntamiento de pintar todas las puertas de un barrio de un determinado color, él recorrió todas las casas de la zona con una carta de colores, preguntando a los vecinos qué color preferían para sus ventanas y puertas y que cada uno tuvo finalmente el color que quiso.

Igualmemente a la hora de realizar caminos pavimentados por las zonas verdes se ocupaba de estudiar primero aquellas líneas creadas espontáneamente por las personas cuando atraviesan los parques y que el llama "desire lines" para que la intervención se ajustase a las necesidades reales de las personas. Uno de estos proyectos es el llamado Path Poem, ilustrado debajo y realizado en colaboración con el poeta Alan Bold. Pequeños detalles que contribuían a humanizar la arquitectura y la ciudad. Durante esos años, además de gran cantidad de esculturas y murales, diseñó espacios como parques de juegos, colaboró con los ingenieros y arquitectos en multitud de intervenciones y trabajó con los obreros sugiriendo ideas para mejorar creativamente su trabajo en un hecho tan simple como levantar un muro de ladrillo.

Las dos imágenes de arriba corresponden a la obra Path Poem, realizada con el poeta escocés Alan Bold en 1976. Foto: David Harding, tomada de: http://www.davidharding.net/?page_id=37


Con David Harding en su obra The Henge. Una escultura plagada de simbolismo, citas y referencias culturales a los 70, en la que David plasmó gran parte de sus inquietudes. Fotos: Alfredo Palacios

Tras el trabajo en Glenrothes, David Harding fue profesor en el Dartintong College of Art, una escuela de arte que llevó como máxima la idea de enlazar el arte con el contexto social y emplazaba a sus estudiantes a hacer prácticas en todo tipo de lugares, desde colegios hasta empresas e instituciones de todo tipo convencida del poder del pensamiento del artista para poder transformar creativamente la sociedad. De aquí saldría la idea posteriormente muy extendida del "artist in residence". Más tarde trabajó en la prestigiosa Glasgow School of Art, en la que fue durante muchos años director del Departamento de Escultura Medioambiental y donde la fuerza de sus ideas sobre un arte que tiene en cuenta y actúa sobre su contexto, tuvieron una gran influencia en toda una generación de artistas que fueron sus alumnos y que pusieron a Glasgow en la primera página del arte contemporáneo europeo y mundial en los 90, ganando varios de ellos el prestigioso Premio Turner.

Su preocupación en aquellos años setenta fue la de dotar a Glenrothes de elementos simbólicos, de hitos significativos a la vez que hacer la ciudad un lugar mejor para sus habitantes. Tras él otros artistas ocuparon su puesto. Recientemente se ha creado una web por la entidad Historic Scotland, que reivindica el patrimonio artístico de Glenrothes y donde existe una interesante información sobre la historia de su arte público.

Conocer a David Harding ha sido una gran suerte, entiende el arte desde un fuerte compromiso social y habla de aquellas vivencias en Glenrothes con la misma pasión que debió sentir en esos años y que aún mantiene. Actualmente sigue, según sus propias palabras: "still working to make the arts available to more people, and making them part of the priorities of the new Scotland." (Sigo trabajando para hacer que las artes sean accesibles para más personas y hacer de ellas una parte de las prioridades de la nueva Escocia). En sus palabras y en sus textos hay una reivindicación del espíritu de los setenta, de aquella libertad y ambiente de experimentación y transgresión del que hoy día todavía podemos y debemos seguir aprendiendo. Dejo para el final una de sus frases favoritas, tomada del poeta escocés Alasdair Gray: Work as if you live in the early days of a better society! 
(¡Trabaja como si estuvieras en los primeros días de una sociedad mejor!)



* Existe un interesante libro sobre la colaboración entre artistas y niños, en el que se encuentra un capítulo escrito por D. Harding, el libro es: Harding, A (ed.) (2005). Magic Moments. Collaboration between artists and young people. Black Dog Publishing.
Los textos de D. Harding pueden ser consultados en su blog: www.davidharding.net




domingo, 2 de septiembre de 2012

El Open Museum de Glasgow: llevar el museo a las personas

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Este verano he tenido la oportunidad de visitar un gran número de museos en la ciudad de Glasgow. Todos son gratis, en todos tiene un gran peso la función pedagógica y de servicio a la comunidad lo que me ha hecho pensar una vez más en lo que todavía nos queda por andar aquí. Los museos públicos de la ciudad están agrupados en la organización Glasgow Museums, que resulta ser el servicio museístico más grande de todo UK, incluyendo 10 museos y galerías. En el corazón de esta institución está el compromiso de que los museos sean auténticos espacios de discusión, aprendizaje y ejercicio de ciudadanía. Recorriendo varios de estos museos me ha sorprendido cómo los espacios educativos se hayan integrados en el recorrido del museo, sobre todo en el Kelvingrove, donde una gran parte de las salas están diseñadas con esa visión educativa y están prepardas para que el visitante interactúe con los objetos. En muchos casos los visitantes puedan hacer uso de esos rincones de forma autónoma, sin necesidad de estar dentro de una visita guiada o taller y sin la presencia de un educador del museo.

Espacio Didáctico en el GOMA (Gallery of Modern Art) de Glasgow. Foto: Alfredo Palacios

Quería hacer una mención al museo que más me ha llamado la atención de todos. Se trata del Open Museum. En primer lugar hay que decir que el Open Museum se haya conectado a otro museo muy especial, que es el Glasgow Museums Resource Centre (GMRC), un inmenso espacio que almacena toda la parte de las colecciones de obras de arte y objetos que los museos no pueden mostrar por falta de espacio. Sin embargo, en vez de que todas estas piezas aguarden en la oscuridad del almacén la oportunidad de pasar a formar parte de alguna exposición, este espacio está pensado como un recurso educativo y se organizan visitas guiadas en las que el público puede acceder, de forma controlada a una selección de las piezas almacenadas que se agrupan con criterios diversos para mostrarse con una unidad conceptual. En mi caso, asistí a una de las visitas guiadas que se deben reservar con antelación, y en la que se ofrecía una muestra seleccionada de pintura decorativa sobre papel extraído de la corteza de los árboles, de pueblos del pacífico. Es curioso porque el recorrido se lleva a cabo dentro de las mismas naves de almacenamiento, por lo que la sensación es muy especial.


Entrada del Glasgow Museum Resource Centre. Foto: Alfredo Palacios

El guía del GMRC, preparando las piezas y dando la explicación sobre las mismas en las salas de almacenamiento de las colecciones. Foto: Alfredo Palacios

Pues bien el Open Museum opera dentro del espacio del GMRC. La idea de este museo, que se puso en marcha en el año 2000, es utilizar los objetos almacenados en el GMRC seleccionándolos para crear pequeñas colecciones o exhibiciones en diferentes formatos, que son prestadas a una comunidad  para que haga uso de ellas durante un tiempo y de forma gratuita. Su público son aquellas personas o colectivos (communities) que no pueden o no tienen fácil acceder a un museo por alguna razón (usuarios de hospitales, prisiones, centros de alfabetización de adultos, centros de refugiados o inmigrantes, casas de mujeres, centros para niños o adelescentes con problemas, etc..). La idea es simple pero poderosa: si estas personas no vienen a los museos, hagamos que el museo llegue a ellos. Curiosamente estos recursos no se prestan a escuelas o centros de eduación formal ya que se prioriza el acceso a estos recursos para los más desfavorecidos.

El museo les ofrece varias posibilidades, una es la de prestarles durante una semana alguna de sus reminiscence kits o handling kits, se trata de unas cajas creadas expresamente para albergar una colección de objetos del GMRC agrupados temáticamente. Un equipo multidisciplinar se encarga de pensar la temática de la caja, seleccionar los objetos de la colección, diseñar y elaborar la caja con una forma específica y en algunos casos elaborar una documentación histórica o visual que se integra también en la caja. En este equipo hay artistas, museólogos y profesionales encargados de la parte de diseño y elaboración de las cajas. He tenido la suerte de conocer a Catherine Laing, una de las artistas que forma parte del equipo y me ha enseñado desde dentro su forma de trabajar. La idea pedagógica central del Open Museum es elaborar esa pequeña colección de objetos pensando en su capacidad para provocar respuestas creativas y emocionales y revivir todo tipo de narrativas relacionadas con las identidades, individuales o colectivas en los diferentes públicos. Y así es, a partir de estos fantásticos materiales se desarrollan todo tipo de propuestas: animaciones, cuentacuentos, narraciones escritas, exposiciones artísticas, diseños de moda, etc. que se elaboran por parte de las personas receptoras de estos recursos, dentro de proyectos que son dinamizados por los trabajadores comunitarios, a veces, artistas, escritores, cuentacuentos, a veces trabajadores sociales, a menudo equipos interdisciplinares.


Espacio de trabajo dentro del Open Museum donde se almacenan las cajas de recursos. Foto: Alfredo Palacios


Caja de "Los 70"
 
Caja sobre el cine. Foto: Alfredo Palacios
Interior de la caja sobre el cine. En ella se recogen objetos originales relacionados con el cine, dede partes de máquinas de proyección hasta entradas antiguas. Foto: Alfredo Palacios

Caja "Storytelling" en la que intervinieron cuentacuentos profesionales para elegir los objetos. Foto: Alfredo Palacios

Existe otra variante de préstamo, además de las citadas cajas y es la creación de pequeñas exposiciones permanentes o itinerantes destinadas a una comunidad en concreto. Las personas de ese colectivo pueden crear su propia colección, su propia exposición y tenerla prestada durante un tiempo indeterminado para poder llevar a cabo un trabajo educativo, creativo y de integración social, a más largo plazo. Para esto los usuarios pueden ir al museo y elegir los objetos que formarán parte de su propia colección, de su propio "museo". Asesorados por el equipo del museo, elaboran estas colecciones que se exhiben sobre unas estructuras creadas expresamente para ello por el equipo. A menudo en estas colecciones se integran objetos de los propios miembros del colectivo, creando de esta forma vínculos todavía más fuertes con los objetos exhibidos. Uno de los proyectos más exitosos en este sentido es el del Pollok Kist Community Museum, que cuenta ya con una andadura de más de 10 años.

Una extensa documentación de todo este interesantísimo trabajo se haya recogida en el libro que se publicó en 2010, con motivo del 20 aniversario del museo: Out there: the Open Museum: pushing the boundaries of museum's potential. Accesible on line está la publicación: A catalyst for change: the social impact of the Open Museum, del año 2002, donde se describe en profundidad la evaluación externa que se realizó en ese año del trabajo del Open Museum.

No obstante varios de los proyectos están descritos y documentados en la propia web del museo y se puede acceder a documentación en pdf o vídeos donde se describen procesos y resultados, es el caso por ejemplo de The Alternative Guide to GlasgowThe Gardener's Ark o The life of Objects.

martes, 31 de julio de 2012

Próximo encuentro con David Harding, pionero del arte comunitario

Dentro de unos días vuelo hacia Glasgow, allí me voy a encontrar con David Harding, artista y profesor de arte escocés, nacido en el año 1937, que es, sin duda, una de las personas más importantes en la historia del arte publico y comunitario en Europa. Es mundialmente conocido por su trabajo como "town artist" en la ciudad de Glenrothes entre 1968 y 1978. Allí fue contratado para trabajar en colaboración con los arquitectos y urbanistas para aportar su visión creativa en el desarrollo de las nuevas ciudades. Además comenzó a implicar a los habitantes en la realización de las obras de arte público, sentando las bases de lo que se dió en llamar "community art". Es una persona que ha mostrado toda su vida un fuerte compromiso social a través del arte.

Estoy deseando conocerle. A la vuelta subiré más información sobre nuestro encuentro y su trabajo. De momento, para los que os interese el tema (y leáis inglés) os dejo su web, con un montón de textos interesantes escritos por él y otras personas sobre arte comunitario, arte público y transformación social.

Escribí un artículo hace unos años sobre arte comunitario donde comentaba su aportación en el desarrollo histórico de las prácticas artísticas colaborativas.

martes, 25 de octubre de 2011

Muralismo latino en San Francisco





Casa de las mujeres del barrio de The Mission, obra: Maestrapeace (1993). LLevada a cabo por Susan Kelk Cervantes, Juana Alicia, Miranda Bergman, Edythe Boone, Meera Desai, Yvonne Littleton y Irene Pérez*

Este verano en San Francisco tuve la suerte de recorrer, acompañado por una amiga, la artista Paz de la Calzada, el barrio de The Mission. Se trata del barrio latino de la ciudad y en él se encuentra la mayor concentración de murales comunitarios de San Francisco, y probablemente, una de las mayores de todo Estados Unidos. El nombre del barrio hace referencia a las antiguas misiones religiosas españolas que se instalaron en la zona en el siglo XVIII y a partir de las cuales se crearon los asentamientos urbanos que dieron nombre a la zona.

El fenómeno del muralismo latino comunitario surgió a finales de los 60 y principios de los 70 en Estados Unidos y el barrio de la Misión de San Francisco fue uno de los puntos de referencia de este movimiento. Indudablemente poseía una gran influencia formal y conceptual de los grandes muralistas mexicanos como Rivera o Siqueiros pero digamos que se planteó en los márgenes del mundo del arte institucionalizado, a una escala más local y desde un planteamiento social más participativo. En esas décadas se vio potenciado por la relevancia de los planteamientos de arte activista y comunitario y por la necesidad social de que el artista se implicase en los problemas de la comunidad, dando voz y visibilidad a los colectivos que no la tenían y tratando de mejorar la calidad de vida de entornos urbanos desfavorecidos. Con la realización de estos murales, los vecinos veían reflejada una parte de su historia en su paisaje urbano, creándose de esta manera, mayores vínculos con el territorio. Hay que decir que este movimiento ha estado desde sus inicios poco considerado desde el ámbito de la crítica de arte si bien en los últimos años, desde la perspectiva del auge del street art y el arte público de nuevo género, esta fenómeno se ha revisado desde otra óptica. No obstante hay que decir que en EEUU han existido desde los años setenta, a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, programas y apoyos al arte público desde las autoridades locales y nacionales, lo que ha contribuido en parte a mantener estas prácticas.



Estos murales se realizan por artistas de la localidad, que trabajan generalmente en colaboración con los vecinos y residentes del barrio que participan en la realización de la pintura. Se tratan normalmente temáticas en relación con la identidad latina, con la reivindicación de su cultura y su historia. En algunos casos utilizando una iconografía propia de la mitología o la religión latina, en otros, mediante la narración de historias comunes, como las derivadas de la inmigración y sus consecuencias. En otros casos los murales relatan hechos acaecidos en el barrio o la ciudad o reivindican la memoria de algún residente. Como ejemplo podemos hablar de Maestrapeace, la obra que está representada al inicio de esta entrada, en ella trabajaron las siete artistas citadas y más de 70 voluntarios en difíciles condiciones debido a la altura del edificio. El mural supone un tributo a la mujer y a la lucha por sus derechos desde una perspectiva multicultural plagada de referencias históricas (entre ellas la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú). Esta obra está considerada Monumento Público Nacional.


Maestrapeace

Es muy interesante comprobar la variedad estilística y conceptual de los murales en un abanico de registros que incluye desde los estilos más realistas y cercanos a una "estética popular" hasta una estética más cercana al graffiti o street art, con el uso de stencils, tags, fotografías, etc. En cualquier caso la variedad es tal que no se puede establecer un único patrón y constituye un paisaje urbano visual de extraordinaria riqueza.



Fragmento del mural " 500 años de Resistencia" 30 X 8 mts. Iglesia San pedro, San Francisco California, 1992. De Isaías Mata.

Sirron Norris, Victorion: el defensor de la misiónEsta imagen y las dos de debajo pertenecen al mural: Five Sacred Colors of corn, de Susan Kelk Cervantes y Mia González




El corazón de este movimiento es el Precita Eyes Muralist. Se trata de una asociación creada en 1977 por el matrimonio Luis y Susan Kelk Cervantes, destinada a promover el arte del mural en el barrio, desde el principio con una clara intencionalidad pedagógica y de implicación social y comunitaria. Esta organización, promueve y apoya la creación de murales, realiza tours por el barrio, desarrolla talleres y actividades educativas y es a la vez un archivo de toda la historia de este fenómeno en el barrio.



Para las personas interesadas en esta temática, recomiendo un libro que se llama Street Art San Francisco. Mission Muralismo. Se puede encontrar en Amazon, está muy bien documentado visual y textualmente.

Esta página es la de una muralista de San Francisco que hace un trabajo realmente interesante: www.monacaron.com

Una muy buena web dedicada al street art, ya no únicamente de San Francisco sino de cualquier parte es esta: http://www.stencilarchive.org/


* Todas las fotos de este post han sido tomadas por Alfredo Palacios



jueves, 29 de septiembre de 2011

Arte e Inclusión social. Prácticas en América

Telas pintadas en el taller de JAMAC
Los días 15 y 16 de septiembre asistí al seminario Arte e inclusión social. Prácticas en América, organizado por el Museo Picasso de Málaga. Creo que fue un evento realmente interesante y con unas ponencias seleccionadas con muy buen criterio. La idea del seminario era dar a conocer proyectos artísticos de referencia en el contexto de América del Sur, que tuviesen una intencionalidad de intervención social y de integración en el contexto. Las propuestas seleccionadas por Paulo Portela, coordinador del seminario y educador jefe del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), proponían también una reflexión sobre el papel de las instituciones culturales como agentes de inclusión social.

Dentro del enfoque museístico y desde el papel de las instituciones culturales, Paulo Portela abrió el seminario relatando unas interesantes experiencias educativas del MASP que tiene un programa de trabajo con los policías militares de Sao Paulo, con vistas a reducir el estrés que les produce su trabajo y que utiliza el arte como un medio para expresar sus emociones, miedos, ideas y a reflexionar sobre su vida y su trabajo.

El brasileño Celio Turino realizó una interesante reflexión sobre el concepto de cultura y expuso el programa del gobierno brasileño de creación de Puntos de Cultura.

Mª Carmen González, explicó el programa educativo Think Art, de la Fundación Cisneros, que lleva el arte a las escuelas de muchos barrios desfavorecidos de ciudades de América del Sur mediante estrategias para desarrollar habilidades de pensamiento crítico y creativo en línea de la educación para la comprensión.

Paulina Guarnieri, expuso el trabajo de la Fundación Proa de Buenos Aires, centro de arte contemporáneo que busca una fuerte presencia en su entorno social. Entre sus iniciativas, el centro cultural Nómade, que lleva a cabo talleres en el espacio público del barrio: http://centroculturalnomade.blogspot.com/

Una de las intervenciones que más me gustó fue la de Mónica Nador, artista brasileña que lleva años viviendo en un barrio de favelas de Sao Paulo (Jardim Miriam) y trabajando con estas comunidades a través de JAMAC, un punto de cultura creado por ella misma, a través del cual ha desarrollado proyectos comunitarios como el "parque para brincar e pensar", un espacio de juego y encuentro creado en lo que era un espacio residual de la favela, o su proyecto Paredes Pintura mediante el cual a través de la técnica del stencil, los vecinos decoran sus casas con los diseños que ellos mismos desarrollan a través de un taller de estampación:






El trabajo de JAMAC puede seguirse a través del blog:
http://jamacarteclube.wordpress.com/projetos/

La fotógrafa chilena Andrea Jösh expuso el resultado de su taller de fotografía desarrollado con las comunidades mapuche de Chile (taller Aiwin), en el marco de la Trienal de Arte de Chile de 2009. Inspirado en el proyeto TAFOS, de Perú, en una línea de etnofotografía contemporánea, en este proyecto las comunidades mapuche fueron invitadas a retratarse a ellos y a su entorno, con unos resultados realmente interesantes que se pueden ver en el Blog del taller:
http://talleraiwin.blogspot.com/

Imagen tomada del Blog del taller Airwin


Franklin Aguirre relató la histora de la Bienal de Venecia en Bogotá. Una inciativa crítica surgida de un colectivo de estudiantes de la Escuela de Artes Visuales en la capital Colombiana en el año 1994, en el barrio de Venecia, para generar un espacio alternativo para la creación de obras de arte público y comunitario, desde una perspectiva relacional y contextual. Las obras de la bienal deben estar realizadas a partir de la realidad del barrio y tomar como temática ese contexto concreto, en ella participan artistas locales, emergentes, profesionales e internacionales. Parte de la historia de esta bienal puede seguirse en el blog:
http://www.bienal-venecia-bogota.blogspot.com/


El seminario fue cerrado por el profesor de la Universidad de Málaga, Manuel López Melero, con una conferencia sobre el significado de la inclusión social, abordando el punto de vista de las personas con discapacidad, temática que, ciertamente, se echó en falta que no fuese tratada desde el punto de vista del arte y los museos en el conjunto de la programación del seminario.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Ruth Asawa


Ruth Asawa, foto de Nat Farsman, 1954
Ruth Asawa, foto de Imogen Cunningham
Este verano en Estados Unidos he tenido la oportunidad de descubrir artistas realmente interesantes y completamente desconocidos para mi. Una de ellas es Ruth Asawa, con cuyas obras me encontré en el Museo de Young de San Francisco. Ruth Asawa es una escultora Californiana de origen japonés. Nació en 1926, y todavía vive y ha tenido una vida fascinante, con no pocas dificultades, pero comprometida desde el principio con el arte y la educación. Sus padres, inmigrantes japoneses, eran granjeros (aunque sin tierra propia ya que esa época el gobierno americano no les permitía ser dueños de la tierra, tan solo explotarla) y su infancia la vivió llevando junto con su familia, una dura vida de trabajo. Ella y su familia vivieron las trágicas consecuencias que para los inmigrantes japoneses en EEUU tuvo la Guerra Mundial y el conflicto con Japón: en el año 42 su padre fue detenido y ella, su madre y sus hermanos, realojados en un campo de trabajo donde estuvieron cerca de dos años.

Su vocación artística fue muy temprana y sus estudios fueron primero de educación artística para pasar en el año 1946, a ser admitida en el Black Mountain College, la mítica escuela de arte americana (de la que prometo un post en las próximas semanas) donde tuvo como profesores, entre otros, a Merce Cunningham, Josef Albers o Buckminster Fuller. En concreto la relación con estos dos fue más allá de la de profesor-alumno, para llegar a ser una fuerte amistad. También conoció en esa época al arquitecto Albert Lanier, que sería su marido y a la fotógrafa Imogen Cunningham.

Tuvo una familia muy numerosa y ha vivido en San Francisco todos estos años, llevando a cabo una gran producción de obra que ha incluido también una gran cantidad de escultura pública, sobre todo fuentes, muchas de las cuales todavía pueden verse en la ciudad.

Trabajando con niños en el Alvarado Art Workshop

Me gustaría destacar también su dedicación a la educación artística en contextos comunitarios que la llevó a ser una activista a favor del poder del arte en la educación. Lideró el proyecto Alvarado Art Workshop, que comenzó como un iniciativa de los padres de los alumnos para introducir el arte en la escuela y crear talleres en los que trabajasen artistas voluntarios, entre ellos Ruth como madre de alumnos. Este proyecto implicaba la revalorización del trabajo artístico en el curriculum y la ralización de obras como murales para las paredes del centro o huertos y jardines comunitarios. Comenzó con una única escuela en el año 1968 y se fue extendiendo a más centros con los años hasta la actualidad, que se ha convertido en el San Francisco Arts Education Project, que supone un proyecto estable de artistas residentes para 20 escuelas públicas de la ciudad.

Dibujo y escultura de alambre




Sobre su obra, pues creo que aunque sea mínimamente, a la vista de estas imágenes se puede intuir su gran belleza, su delicadeza y a la vez su fuerza visual. En un viaje a Toluca, México en el año 1947 descubre la técnia de la cestería que usaban los artesanos locales lo que la inspirará para desarrollar esa técnica particular para trabajar el alambre con el que crea sus esculturas. Un en apariencia sencillo "loop", que le permite generar esa formas orgánicas que juegan de esa manera tan bonita con el espacio, con la forma y con la luz. Su trabajo tuvo una recepción muy fría por parte de la crítica en un principio, que lo "rebajó" a la categoría de "decoración doméstica", más que de escultura contemporánea, debido a su carácter artesanal de elaboración, lo que ha sido interpretado como un ejemplo de la tradición de la exclusión de la mujer de la categoría del "gran arte" moderno (Doman, 2007)


Imagen de parte de su instalación en el museo De Young
Escultura de Alambre


Ruth Asawa en fotografía de Imogen Cunningham


Otra parte de su trabajo escultórico se haya inspirado en la tradición del origami japonés y del trabajo con el papel y también tiene obras de carácter más lineal, más inspiradas en sus dibujos y con formas arbóreas. Para profundizar en la obra de Ruth Asawa se puede consultar la completa página web con su nombre o el estupendo catálogo del que he tomado la mayor parte de esta información y las fotos:

Cornell, D. (ed.)(2007): The Sculpture of Ruth Asawa. Contours in the air. San Francisco. Fine Arts Museum of San Francisco & University of California Press.


cita:
Doman, E.K. (2007): "Critiquing the Critique, Ruth Asawa's early Reception" en Cornell, D. (ed.): The Sculpture of Ruth Asawa. Contours in the air. Fine Arts Museum of San Francisco & University of California Press, pp.128-137