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martes, 15 de julio de 2014

libros de cartón

Una de las portadas del libro de poesía "Nos Habita", editado por Meninas Cartoneras. El bordado es un retal bordado a mano por las mujeres del taller del programa Colores de Calcuta.


En plena era digital, de redes sociales y desmaterialización y virtualización de casi todo, me he topado con un proyecto editorial y social que lleva lo artesanal a su máxima expresión. Se trata de las meninas cartoneras, una iniciativa editorial española que sigue la estela del modelo que en 2003 se creó en Buenos Aires, en una cooperativa sin ánimo de lucro que publicaba libros encuadernados con tapas de cartón comprado a cartoneros en la calle.

La idea es recuperar un concepto de libro-objeto, hecho a mano, con materiales reciclados (cartón, restos de revistas o periódicos, telas, etc), en el que cada ejemplar es único y que se vende a un precio asequible. Los libros son preciosos. Cada uno puede hacerse en unas dos horas y una edición de 150 ejemplares, tardar unos dos meses. Normalmente se publica a autores noveles o que tienen dificultades para entrar en el mundo editorial pero también trabajan para conseguir derechos de autores reconocidos. Aunque no se trata solo de un concepto estético y editorial, porque detrás también hay una intención social y educativa que se plasma en talleres y cursos y en el trabajo con diversos tipos de colectivos desfavorecidos.



A raíz de conocer este proyecto he indagado un poco y he visto que esta idea se ha extendido, con variaciones, en los últimos años sobre todo en latinoamérica pero también en nuestro país hasta convertirse casi en un fenómeno que ya está siendo objeto de estudio desde diversos ámbitos.

Según se señala en la web de las Meninas:  "más de 60 editoriales cartoneras en el mundo acercan la literatura a quienes están excluidos de los circuitos tradicionales en pro de la bibliodiversidad".

Pues ¡bienvenida sea la iniciativa cartonera! A mi me parece una idea con mucha fuerza y creo que con aplicaciones también en el terreno de la educación artística en otros ámbitos.

Para los/las que os interese la historia de las editoriales cartoneras aquí hay os dejo algunos enlaces más:

http://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/3777/1/TFM-B.57.pdf

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/17/madrid/1329435646_305810.html

http://www.academia.edu/3852453/La_multiplicacion_de_las_editoriales_cartoneras_latinoamericanas_analisis_de_un_caso_de_apropiacion_es_de_sentidos







domingo, 5 de enero de 2014

Talleres artísticos en un centro de autismo

Cuadro de Luis Herrero

En junio de 2013 visité una estupenda exposición en el centro cultural Antonio Machado en Madrid. Bajo el nombre de PautArte se mostraron los trabajos artísticos realizados en el taller creativo del centro de autismo Pauta, de Madrid, durante el curso 2012-13.  La gran diversidad de obras presentes conformaban un mosaico muy atractivo de las capacidades creativas de las personas con autismo. He compartido en la entrada anterior un álbum en flickr con una selección de fotos de las obras expuestas.




Obra de Rubén Cabanillas



Fotos de los tenderos del barrio de Miguel García


Pauta es un centro que mantiene un taller creativo desde hace ya bastantes años. Las obras, realizadas por 15 usuarios del centro, han sido creadas en el taller dirigido actualmente por la arteterapeuta Ana Belén Nuñez, que también está implicada en el programa educativo del museo del Prado: El Prado para Todos.

Me llamó la atención la variedad de técnicas creativas, en la mayoría de los casos, según me explicó Ana Belén, adaptadas a los intereses, gustos y las necesidades de los artistas. Había fotografías retocadas con photosop, técnicas mixtas, collages, dibujos, pinturas, esculturas, incluso algunas pequeñas instalaciones. Había trabajos abstractos, figurativos, obras realizadas en el taller y otras realizadas en salidas al entorno, como las fotografías retocadas tomadas a los tenderos del barrio (obra de Miguel García).

Tal como se señala en la misma página del centro Pauta, los TEA (Trastornos del Espectro del Autismo) son un "grupo de trastornos generalizados del desarrollo (TGD) caracterizados por alteraciones cualitativas en la comunicación social unidas a un patrón de intereses y comportamientos restringidos y estereotipados". Sin embargo las personas con autismo suelen tener una relación muy particular con el mundo visual y las imágenes y esta relación puede dar como resultado unas expresiones creativas muy especiales.

Los padres son una parte importante en el apoyo a este trabajo, para Carmen, madre de Rubén Cabanillas, es en el taller creativo donde: "puede expresar sus ideas, comunicarse con nosotros, decirnos lo que piensa y siente". Algunos de estos artistas asisten regularmente a la Facultad de Bellas Artes, donde encuentran un soporte en los espacios, materiales y el asesoramiento para llevar a cabo proyectos más complejos. Rubén es una de las personas que asiste regularmente a los talleres de escultura de la Facultad. En palabras de su madre: "la pintura y la escultura dan momentos alegres a Rubén. Es cuando puede descargar su energía, su fuerza o su rabia. Es feliz. Forma parte de algo. Es aceptado."

Conducir un taller artístico de personas con autismo no es fácil, requiere un conocimiento amplio de lo que son los TEA y saber actuar de forma individualizada con cada una de estas personas conociendo sus necesidades específicas. No hay que ir con una idea preconcebida ni sirven las "recetas" creativas. Además de atender a las características peculiares de su comportamiento hay que mantener un especial cuidado por las condiciones "ambientales" del taller para que pueda ser un entorno amigo y favorecedor de la creatividad.

Una apuesta por el arte en este tipo de contextos, continuada en el tiempo y sustentada por profesionales como ésta a la que nos estamos refiriendo no es común y a la vista está que los resultados son realmente buenos. Los beneficios de las terapias artísticas están ya profusamente documentados desde hace tiempo, si bien en España todavía estamos alejados del grado de reconocimiento y de presencia social que estas propuestas tiene en otros países. Uno de los proyectos estables con más repercusión en nuestro país es sin duda Debajo del Sombrero, y querría destacar también la exposición Mundo Extreme, que realizaron en La casa encendida, en Madrid, en el mes de noviembre pasado. En su web se pueden ver también sus proyectos así como una muestra de los trabajos de los artistas que trabajan en el centro.




domingo, 29 de septiembre de 2013

Tim Rollins and K.O.S. tres décadas de creación colaborativa

Imagen de la serie "After Franz Kafka" en la exposición de la Talbot Rice Art Gallery, Edimburgo, agosto de 2012 (fotografía de Alfredo Palacios)

Cuando aún era estudiante de Bellas Artes visité en Madrid la exposición El arte y su Doble, donde se mostraban las obras de algunos/as artistas americanos/as que en aquellos años marcaban la pauta de la modernidad creativa en la gran manzana y por influencia, también en Europa.

De entre las imágenes de aquella exposición hubo una que se mostró especialmente persistente en mi memoria, se trataba de un gran cuadro de Tim Rollins and KOS, creo recordar que era uno de la serie América, basada en la obra de Franz Kafka. Me llamó la atención el resultado visual, pero sobre todo me intrigó lo poco que pude averiguar sobre la forma de trabajar de estos artistas: un grupo de jóvenes del Bronx coordinados por un adulto, la creación colectiva en aquellos años era todavía una rareza entre tanta individualidad deseosa de destacar.

Desde entonces me he encontrado aisladamente con obras de este colectivo en varias partes del mundo, pero no ha sido hasta el año pasado en Edimburgo cuando he tenido la oportunidad de ver una gran retrosprectiva ("The Black Spot" en la Talbot Rice Gallery) del trabajo de Tim Rollins y su grupo.

Tim Rollins nació en 1955 en Pittsfield, una ciudad de provincias de EEUU. Inquieto, crítico y aventajado estudiante de arte en la Universidad de Maine, Augusta, consiguió una beca para estudiar en la School of Visual Arts de Nueva York. Allí destacó y sobre todo quedó bastante marcado por la relación con uno de sus profesores: Joseph Kosuth, uno de los padres del arte conceptual con el que estuvo colaborando durante años. Formó parte del colectivo Group Material desde 1979, que indagó sobre las relaciones entre arte y política y que cuestionaba nociones como la de objeto artístico o espacio expositivo, Pero el momento crucial de su carrera llegó cuando en 1981, tras acabar sus estidios,  comienza su tarea docente en una escuela del Bronx Sur, la Intermediate school 52. El Bronx a principios de los ochenta era un barrio desolado, que había visto destruido su espacio físico y su vida social a causa de las decisiones urbanísticas que en los sesenta transformaron esa parte de Nuev York. Como resultado: ruinas, basura, degradación urbana, delincuencia y ninguna esperanza para sus habitantes. El fantástico libro de Marshall Berman o el de Iria Candela, describen muy bien este proceso y en el segundo caso, el trabajo de artistas como Camilo Vergara para documentarlo.


Imagen del proyecto de John Feckner sobre South Bronx, tomadas de su archivo on line
Rollins llegó a lo que él denominó "el infierno en la tierra" y se propuso utilizar el arte con su grupo de estudiantes como medio de transformación social y de superación personal. Trasladó al Bronx su filosofía del arte como supervivencia, como herramienta de transformación de las situaciones adversas que él mismo había experimentado desde su infancia. De ahí el nombre del grupo:  Tim Rollins and K.O.S. (Kids of Survival). Rollins poseía una fuerte vocación docente, influenciada sobre todo por John Dewey, y sobre la que su amiga Julie Ault había afirmado:  "Tim nació profesor, y para él el arte implica de forma inherente enseñar y aprender"**. Rollins, admirador de la figura y las ideas de Martin Luther King,  pensaba que las personas no están determinadas por su entorno y que el arte y la educación pueden ser herramientas para la mejora social y personal.

El Bronx en aquellos años era la cuna del hip-hop y del graffiti, y la sala de arte de la citada escuela, como él mismo describe: "a hip-hop Sistine Chapel", cubierta de graffiti en cada centímetro cuadrado, inlcuido el techo. Ante aquello Tim Rollins vió la posibilidad de reconducir toda esa energía creativa hacia propuestas creativamente más constructivas y educativas. Descubriendo que pocos de sus estudiantes sabían leer pensó que no tenía sentido desarrollar su creatividad artística "si no podían deletrar la palabra artístico" por lo que puso en marcha un taller de lectura basado en la literatura clásica y a partir de ahí trabajaron la respuesta a esos textos a través de obras de arte. Su filosofía educativa y artística, influenciada como hemos visto por Dewey, M. Luther King y también por personas como Freire, Ivan Illich, Thoreau, Montessori o Munari, integra una serie de principios entre los que sobresalen el fuerte compromiso con la comunidad, la creatividad entendida como colaboración, o el arte como forma de desobediencia civil a la vez que como medio para reconstruir la idea de democracia. Rollins luchó desde el principio por conectar Arte y Vida.

Desde ese momento en adelante fue tomando cuerpo la frase con la que, según sus propias palabras, se presentó Tim Rollins en esos primeros días de profesor ante los chavales del Bronx: "Today we are going to make art and we are also going to make history", ya que, al cabo de unos pocos años, el grupo se hallaba ya inmerso en el circuito del arte más vanguardístico de Nueva York, lo que les llevó a la portada de la revista Artforum en el año 1989.

El proceso seguido para elaborar la mayoría de sus más conocidas obras, todas ellas pinturas o instalaciones basadas en libros, normalmente con una importante relevancia cultural, ha sido descrito de la siguiente manera: "Uno de los estudiantes lee en voz alta el texto seleccionado mientras el resto de los estudiantes realizaban bocetos en respuesta a esta lectura (...). Otras tareas de lectura y escritura solían centrarse en desarrollar un análisis colectivo del significado histórico y la relevancia social del libro. Tras una fase de recopilación de bocetos y de desarrollo de diversos motivos visuales, el grupo identificaba de forma conjunta aquellos dibujos más interesantes. A menudo esta selección iniciaba un nuevo ciclo de respuestas creativas". Finalmente cuando las imágenes que representarían al texto se habían consensuado de forma definitiva, se pegaban las hojas del libro al lienzo, se proyectaban esos dibujos sobre la superficie de las hojas y se procedía al trabajo definitivo. En todos estos años el grupo ha trabajado sobre libros de Kafka, M.Shelley, Hawthorne, Lewis Carrol, Shakespeare, Aristófanes, entre muchos otros.

Imagen de la serie "The black Spot", en la exposición de la Talbot Rice Art Gallery, Edimburgo, agosto de 2012 (fotografía de Alfredo Palacios)
Imagen de la  la exposición de la Talbot Rice Art Gallery, Edimburgo, agosto de 2012 (fotografía de Alfredo Palacios)

 Dentro de un trabajo creativo comprendido principalmente como colaborativo, la figura de Rollins ha permanecido durante todos estos años jugando un rol de liderazgo y dirección. Esta relación entre la  figura de Rollins y el resto del grupo ha sido uno de los aspectos que han generado debate en torno al colectivo en sus años de historia, así como han surgido controversias y críticas sobre el uso de los emblemas literarios de la cultura occidental como referencia, lo que para algunos críticos supone una postura de "sumisión" al ámbito cultural dominante (aspectos rebatidos por Tim Rollins en sus textos y entrevistas). Al igual que han sido producto de polémicas la integración del grupo, con vocación de activismo artístico, en el circuito consolidado del mercado artístico norteamericano. Aspectos todos ellos dignos de reflexión pero que no quitan a mi juicio nada de interés al trabajo de este grupo, toda una referencia educativa y artística desde los ochenta a nuestros días. Tim Rollins and K.O.S. siguen actitvos y sus miembros se han ido renovando con los años, aunque su espíritu permanece.

La historia de Tim Rollins and K.O.S. está contada en un documental: The Art of Survival. The Story of  Tim Rollins & K.O.S., que se puede encontrar en You Tube:



Hay una serie de vídeos en vimeo muy interesantes que se grabaron con motivo de la visita de Tim Rollins a Edimburgo para la retrospectiva de 2012.


Overview: Tim Rollins and K.O.S. ArtWorks Scotland and Talbot Rice Gallery Seminar from Creative Scotland on Vimeo.


Añado a continuación algunos enlaces para ampliar la información sobre Tin Rollins and K.O.S.

artículo aparecido en El  País en el añño 1987

artículo de Juan Luis Martín Prada en la revista Arte, Individuo y Sociedad del año 1996

interesante web sobre el contexto social y artístico desde finales de los sesenta a finales de los ochenta en NY

** Todas las citas de este post, así como gran parte de la información, están sacadas del libro:
Berry, I. (ed.) (2009). Tim Rollins and K.O.S. A History. Cambridge-London: MIT.
Principalmente de los capítulos de Julie Ault y de James Romaine. La traducción de algunos párrafos es mía.

domingo, 2 de septiembre de 2012

El Open Museum de Glasgow: llevar el museo a las personas

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Este verano he tenido la oportunidad de visitar un gran número de museos en la ciudad de Glasgow. Todos son gratis, en todos tiene un gran peso la función pedagógica y de servicio a la comunidad lo que me ha hecho pensar una vez más en lo que todavía nos queda por andar aquí. Los museos públicos de la ciudad están agrupados en la organización Glasgow Museums, que resulta ser el servicio museístico más grande de todo UK, incluyendo 10 museos y galerías. En el corazón de esta institución está el compromiso de que los museos sean auténticos espacios de discusión, aprendizaje y ejercicio de ciudadanía. Recorriendo varios de estos museos me ha sorprendido cómo los espacios educativos se hayan integrados en el recorrido del museo, sobre todo en el Kelvingrove, donde una gran parte de las salas están diseñadas con esa visión educativa y están prepardas para que el visitante interactúe con los objetos. En muchos casos los visitantes puedan hacer uso de esos rincones de forma autónoma, sin necesidad de estar dentro de una visita guiada o taller y sin la presencia de un educador del museo.

Espacio Didáctico en el GOMA (Gallery of Modern Art) de Glasgow. Foto: Alfredo Palacios

Quería hacer una mención al museo que más me ha llamado la atención de todos. Se trata del Open Museum. En primer lugar hay que decir que el Open Museum se haya conectado a otro museo muy especial, que es el Glasgow Museums Resource Centre (GMRC), un inmenso espacio que almacena toda la parte de las colecciones de obras de arte y objetos que los museos no pueden mostrar por falta de espacio. Sin embargo, en vez de que todas estas piezas aguarden en la oscuridad del almacén la oportunidad de pasar a formar parte de alguna exposición, este espacio está pensado como un recurso educativo y se organizan visitas guiadas en las que el público puede acceder, de forma controlada a una selección de las piezas almacenadas que se agrupan con criterios diversos para mostrarse con una unidad conceptual. En mi caso, asistí a una de las visitas guiadas que se deben reservar con antelación, y en la que se ofrecía una muestra seleccionada de pintura decorativa sobre papel extraído de la corteza de los árboles, de pueblos del pacífico. Es curioso porque el recorrido se lleva a cabo dentro de las mismas naves de almacenamiento, por lo que la sensación es muy especial.


Entrada del Glasgow Museum Resource Centre. Foto: Alfredo Palacios

El guía del GMRC, preparando las piezas y dando la explicación sobre las mismas en las salas de almacenamiento de las colecciones. Foto: Alfredo Palacios

Pues bien el Open Museum opera dentro del espacio del GMRC. La idea de este museo, que se puso en marcha en el año 2000, es utilizar los objetos almacenados en el GMRC seleccionándolos para crear pequeñas colecciones o exhibiciones en diferentes formatos, que son prestadas a una comunidad  para que haga uso de ellas durante un tiempo y de forma gratuita. Su público son aquellas personas o colectivos (communities) que no pueden o no tienen fácil acceder a un museo por alguna razón (usuarios de hospitales, prisiones, centros de alfabetización de adultos, centros de refugiados o inmigrantes, casas de mujeres, centros para niños o adelescentes con problemas, etc..). La idea es simple pero poderosa: si estas personas no vienen a los museos, hagamos que el museo llegue a ellos. Curiosamente estos recursos no se prestan a escuelas o centros de eduación formal ya que se prioriza el acceso a estos recursos para los más desfavorecidos.

El museo les ofrece varias posibilidades, una es la de prestarles durante una semana alguna de sus reminiscence kits o handling kits, se trata de unas cajas creadas expresamente para albergar una colección de objetos del GMRC agrupados temáticamente. Un equipo multidisciplinar se encarga de pensar la temática de la caja, seleccionar los objetos de la colección, diseñar y elaborar la caja con una forma específica y en algunos casos elaborar una documentación histórica o visual que se integra también en la caja. En este equipo hay artistas, museólogos y profesionales encargados de la parte de diseño y elaboración de las cajas. He tenido la suerte de conocer a Catherine Laing, una de las artistas que forma parte del equipo y me ha enseñado desde dentro su forma de trabajar. La idea pedagógica central del Open Museum es elaborar esa pequeña colección de objetos pensando en su capacidad para provocar respuestas creativas y emocionales y revivir todo tipo de narrativas relacionadas con las identidades, individuales o colectivas en los diferentes públicos. Y así es, a partir de estos fantásticos materiales se desarrollan todo tipo de propuestas: animaciones, cuentacuentos, narraciones escritas, exposiciones artísticas, diseños de moda, etc. que se elaboran por parte de las personas receptoras de estos recursos, dentro de proyectos que son dinamizados por los trabajadores comunitarios, a veces, artistas, escritores, cuentacuentos, a veces trabajadores sociales, a menudo equipos interdisciplinares.


Espacio de trabajo dentro del Open Museum donde se almacenan las cajas de recursos. Foto: Alfredo Palacios


Caja de "Los 70"
 
Caja sobre el cine. Foto: Alfredo Palacios
Interior de la caja sobre el cine. En ella se recogen objetos originales relacionados con el cine, dede partes de máquinas de proyección hasta entradas antiguas. Foto: Alfredo Palacios

Caja "Storytelling" en la que intervinieron cuentacuentos profesionales para elegir los objetos. Foto: Alfredo Palacios

Existe otra variante de préstamo, además de las citadas cajas y es la creación de pequeñas exposiciones permanentes o itinerantes destinadas a una comunidad en concreto. Las personas de ese colectivo pueden crear su propia colección, su propia exposición y tenerla prestada durante un tiempo indeterminado para poder llevar a cabo un trabajo educativo, creativo y de integración social, a más largo plazo. Para esto los usuarios pueden ir al museo y elegir los objetos que formarán parte de su propia colección, de su propio "museo". Asesorados por el equipo del museo, elaboran estas colecciones que se exhiben sobre unas estructuras creadas expresamente para ello por el equipo. A menudo en estas colecciones se integran objetos de los propios miembros del colectivo, creando de esta forma vínculos todavía más fuertes con los objetos exhibidos. Uno de los proyectos más exitosos en este sentido es el del Pollok Kist Community Museum, que cuenta ya con una andadura de más de 10 años.

Una extensa documentación de todo este interesantísimo trabajo se haya recogida en el libro que se publicó en 2010, con motivo del 20 aniversario del museo: Out there: the Open Museum: pushing the boundaries of museum's potential. Accesible on line está la publicación: A catalyst for change: the social impact of the Open Museum, del año 2002, donde se describe en profundidad la evaluación externa que se realizó en ese año del trabajo del Open Museum.

No obstante varios de los proyectos están descritos y documentados en la propia web del museo y se puede acceder a documentación en pdf o vídeos donde se describen procesos y resultados, es el caso por ejemplo de The Alternative Guide to GlasgowThe Gardener's Ark o The life of Objects.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El Prado para todos


Hace ya más de 30 años desde las recomendaciones hechas en Mexico en la 13 asamblea internacional de ICOM en la que se exhortaba a los museos a considerar dentro de su oferta educativa y de accesibilidad a todas las personas con cualquier tipo de discapacidad. En nuestro país este proceso de ampliación del concepto de público a comunidades o colectivos con discapacidad ha sido muy lento. Por eso es de agradecer que los museos españoles vayan consolidando su oferta en este sentido y creando programas educativos cada vez más coherentes e inclusivos.


El Museo del Prado creó en el año 2006 el programa El Prado para Todos y desde entonces el equipo del museo viene trabajando con públicos con algún tipo de discapacidad física, sensorial o intelectual como trastornos del espectro autista, enfermos de alzheimer, personas con discapacidad intelectual, y desde el pasado año, atendiendo también a personas en riesgo de exclusión social. A este programa se apuntan los centros interesados en participar cada año y que se comprometen a trabajar dentro de la metodología propuesta por el museo.

La metodología de trabajo consiste en:


1. Una primera reunión del educador del museo con los responsables de los centros y grupos que se han inscrito en el programa. En esta reunión se tratan aspectos como la definición del grupo participante, la metodología que se va a emplear, la dinámica de trabajo de los profesionales, etc.  

2. Una visita del educador del museo al centro para trabajar directamente con el grupo que hará la visita y desarrollar una sesión preparatoria que en función de las características del grupo variará su contenido, pero en la que, en general, se establece una primera conexión entre los usuarios y el espacio físico y simbólico del museo y con las obras que se van a visitar y la temática que se tratará. En esta sesión y en función de las características del grupo, suele plantearse un trabajo creativo que implique de forma más experiencial y emocional a los usuarios con alguna de las obras que se verán en la visita.

3. Una tercera sesión o visita guiada en el museo, llevada a cabo por el educador del museo y en la que se atiende a las necesidades específicas de cada grupo y en la que se conecta con lo trabajado en la sesión previa.

Es interesante que el museo se preocupe de realizar un seguimiento previo y posterior de los grupos y que el énfasis se ponga en el carácter educativo de la experiencia, que va más allá de la visita guiada adaptada al uso. En esta línea se entiende también el compromiso que el museo exige a los centros y sus equipos de educadores con todo el proceso. Tras la visita el museo ha logrado establecer con algunos centros un vínculo más estable que les está permitiendo desarrollar un trabajo educativo posterior muy interesante. Un ejemplo es la colaboración con el centro de autismo PAUTA. Los usuarios de PAUTA están creando un cómic con sus propios dibujos y con pictogramas en el que relatan su experiencia en el Prado y que se pretende pueda convertirse más adelante en un recurso didáctico que pueda ser de utilidad para educadores y para otros públicos con necesidades educativas especiales.
 

El programa está teniendo bastante éxito y cada año el número de centros inscritos aumenta. Creo que es un buen programa que el Prado debería ir ampliando con los años, dotándolo de más recursos que ayuden a desarrollar un trabajo educativo más profundo y estable. Para esto debe consolidarse un cambio de mentalidad en estas grandes instituciones museísticas, acostumbradas a priorizar otro tipo de eventos y funciones sobre las tareas educativas. Confiemos en que se haya iniciado un camino que no contemple la vuelta atrás.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Arte e Inclusión social. Prácticas en América

Telas pintadas en el taller de JAMAC
Los días 15 y 16 de septiembre asistí al seminario Arte e inclusión social. Prácticas en América, organizado por el Museo Picasso de Málaga. Creo que fue un evento realmente interesante y con unas ponencias seleccionadas con muy buen criterio. La idea del seminario era dar a conocer proyectos artísticos de referencia en el contexto de América del Sur, que tuviesen una intencionalidad de intervención social y de integración en el contexto. Las propuestas seleccionadas por Paulo Portela, coordinador del seminario y educador jefe del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), proponían también una reflexión sobre el papel de las instituciones culturales como agentes de inclusión social.

Dentro del enfoque museístico y desde el papel de las instituciones culturales, Paulo Portela abrió el seminario relatando unas interesantes experiencias educativas del MASP que tiene un programa de trabajo con los policías militares de Sao Paulo, con vistas a reducir el estrés que les produce su trabajo y que utiliza el arte como un medio para expresar sus emociones, miedos, ideas y a reflexionar sobre su vida y su trabajo.

El brasileño Celio Turino realizó una interesante reflexión sobre el concepto de cultura y expuso el programa del gobierno brasileño de creación de Puntos de Cultura.

Mª Carmen González, explicó el programa educativo Think Art, de la Fundación Cisneros, que lleva el arte a las escuelas de muchos barrios desfavorecidos de ciudades de América del Sur mediante estrategias para desarrollar habilidades de pensamiento crítico y creativo en línea de la educación para la comprensión.

Paulina Guarnieri, expuso el trabajo de la Fundación Proa de Buenos Aires, centro de arte contemporáneo que busca una fuerte presencia en su entorno social. Entre sus iniciativas, el centro cultural Nómade, que lleva a cabo talleres en el espacio público del barrio: http://centroculturalnomade.blogspot.com/

Una de las intervenciones que más me gustó fue la de Mónica Nador, artista brasileña que lleva años viviendo en un barrio de favelas de Sao Paulo (Jardim Miriam) y trabajando con estas comunidades a través de JAMAC, un punto de cultura creado por ella misma, a través del cual ha desarrollado proyectos comunitarios como el "parque para brincar e pensar", un espacio de juego y encuentro creado en lo que era un espacio residual de la favela, o su proyecto Paredes Pintura mediante el cual a través de la técnica del stencil, los vecinos decoran sus casas con los diseños que ellos mismos desarrollan a través de un taller de estampación:






El trabajo de JAMAC puede seguirse a través del blog:
http://jamacarteclube.wordpress.com/projetos/

La fotógrafa chilena Andrea Jösh expuso el resultado de su taller de fotografía desarrollado con las comunidades mapuche de Chile (taller Aiwin), en el marco de la Trienal de Arte de Chile de 2009. Inspirado en el proyeto TAFOS, de Perú, en una línea de etnofotografía contemporánea, en este proyecto las comunidades mapuche fueron invitadas a retratarse a ellos y a su entorno, con unos resultados realmente interesantes que se pueden ver en el Blog del taller:
http://talleraiwin.blogspot.com/

Imagen tomada del Blog del taller Airwin


Franklin Aguirre relató la histora de la Bienal de Venecia en Bogotá. Una inciativa crítica surgida de un colectivo de estudiantes de la Escuela de Artes Visuales en la capital Colombiana en el año 1994, en el barrio de Venecia, para generar un espacio alternativo para la creación de obras de arte público y comunitario, desde una perspectiva relacional y contextual. Las obras de la bienal deben estar realizadas a partir de la realidad del barrio y tomar como temática ese contexto concreto, en ella participan artistas locales, emergentes, profesionales e internacionales. Parte de la historia de esta bienal puede seguirse en el blog:
http://www.bienal-venecia-bogota.blogspot.com/


El seminario fue cerrado por el profesor de la Universidad de Málaga, Manuel López Melero, con una conferencia sobre el significado de la inclusión social, abordando el punto de vista de las personas con discapacidad, temática que, ciertamente, se echó en falta que no fuese tratada desde el punto de vista del arte y los museos en el conjunto de la programación del seminario.